La filosofía del Kung Fu revelada a los occidentales
Estamos acostumbrados a evaluar el significado de los logros deportivos a través de atributos externos y la consecución de objetivos que se miden según normas generalmente aceptadas.
Los artistas marciales chinos aún no han podido explicar qué es el Wushu en términos familiares para los europeos, y no sólo porque no existen correspondencias exactas en otros idiomas. Wushu no es una estructura, ni un conjunto de reglas y ejercicios con un orden de acción claro. Es un espacio, una imagen, un cuadro que, sin marco propio, se fusiona con la cultura china en su conjunto, combinando formas de librar batallas, ejercicios meditativos, rituales.
Los tres comienzos del Kung Fu
En Kung Fu se combinan orgánicamente tres principios fundamentales:
- fuerza física
- equipo
- espíritu
En los deportes solíamos poner en primer lugar la técnica y la fuerza, pero los maestros de Wushu empataban en primer lugar con el espíritu.
Las artes marciales tradicionales chinas son una forma de lograr la perfección psicofísica mediante el entrenamiento del espíritu, la eliminación de las ataduras mentales y la ampliación de los límites de la conciencia. Al eliminar las limitaciones artificiales internas, descubres que los límites de las capacidades físicas del cuerpo también se están expandiendo. Ya no te afectan las condiciones externas, la necesidad de comodidad física y estimulantes artificiales ha desaparecido.
Es bastante difícil, pero hay que darse cuenta: el kung fu por dentro.
Cada acción en el kung fu nace como un impulso interno fruto de la fusión de tres fuentes: el espíritu, la energía qi y la fuerza física. El objetivo de los practicantes es comprender cada técnica al nivel de una premonición y no como una cadena de cambios en la posición del cuerpo.
Los maestros de Wushu dicen: "Justo cuando piensas en hacer un taolu, ya deberías saber cómo es el último movimiento".
Para lograr el éxito no basta con un entrenamiento agotador, practicando la técnica hasta el automatismo. El practicante debe estar en un estado de completa paz interior, "crear", dirigiendo la energía qi al lugar correcto. Sólo entonces su cuerpo es capaz de realizar un movimiento externo absolutamente natural y natural, el único correcto en este momento.
Logre el éxito o comience su viaje. ¿Cuál es tu objetivo?
Lo importante no es el entrenamiento físico en sí, sino el hecho de que trabajando el mismo movimiento día tras día, en cualquier clima, sin pensar en molestias externas, poco a poco se va penetrando profundamente en las formas. Lo significativo no es el deseo de lograr algo, sino de alcanzar la meta, de “poner una marca”. Llega una comprensión interna, un sentido casi físico de la forma y el significado del trabajo cotidiano.
El kung fu es una meta, un camino y un arduo trabajo diario.
En la historia de Shaolin, hay muchas historias en las que el maestro introdujo al estudiante en el kung fu de una manera inusual, por ejemplo, lo obligó a transportar agua del río por caminos resbaladizos y matorrales día a día, en cualquier clima. Para no derramar ni una gota, era importante ir despacio, inmerso en el proceso, completamente libre de pensamientos que distraigan. Unos meses más tarde, el estudiante dominó las habilidades del movimiento suave y silencioso y la concentración absoluta, después de lo cual el entrenamiento de las formas externas fue rápido y significativo.
La misión del maestro es transmitir la tradición, el componente filosófico, adoptado de su propio maestro. Así, cada maestro participa en el proceso de formación y renovación constante del wushu. El conocimiento antiguo no se niega ni se reconoce como obsoleto, sino que conduce al desarrollo y enriquecimiento del Wushu, desempeñando el papel de una base sólida.
El camino para dominar el kung fu no consiste en seguir perfectamente los cánones y copiar al maestro. Este camino está dentro, en el alma, está abierto sólo para ti. El profesor le mostrará el comienzo y le ayudará a comprender la profundidad. Pero el estudiante debe superarlo por sí mismo. La voluntad de encontrar el camino depende más que del nivel del profesor. Si el alumno está preparado, se desarrollará, aunque no haya realizado previamente ninguna práctica y actividad física.