Qi Gong para los cinco órganos internos
Los cinco órganos internos Vista interna El gong es una forma de qigong que mejora principalmente la función, desbloquea los meridianos, corrige los desequilibrios del yin-yang, ajusta el equilibrio del qi y la sangre, repone las deficiencias, libera el exceso y estimula el potencial del cuerpo a través de la visualización introspectiva.
Esta práctica se basa en el principio de la generación mutua de los Cinco Elementos: el Agua (Riñones) genera Madera (Hígado), la Madera genera Fuego (Corazón), el Fuego genera Tierra (Bazo y Estómago), la Tierra genera Metal (Pulmones) y el Metal genera Agua (Riñones). Este proceso moviliza y vigoriza la vitalidad inherente del cuerpo.
Durante la práctica, el énfasis se pone en la unidad general de los cinco órganos internos, reconociendo al mismo tiempo la importancia de su “individualidad”. Por lo tanto, los practicantes pueden centrarse en fortalecer los órganos más débiles según sus condiciones personales, abordando específicamente los desequilibrios entre los órganos. Esto hace que la práctica sea eficaz para la prevención y el tratamiento de enfermedades, así como para mejorar la longevidad y aumentar las habilidades.
I. Método de práctica
- Los practicantes pueden adoptar posiciones sentadas, de pie o acostadas, siendo la sentada la principal. La postura debe ser erguida y relajada. Las manos y los pies deben estar colocados de forma natural y cómoda. La postura debe estar orientada hacia el sur con los ojos suavemente cerrados.
- Después de cerrar los ojos y relajar todo el cuerpo durante unos minutos, fusiona la mente con la luz interior y concéntrate en los riñones, imaginándolos llenos de agua negra, como la tinta. Mantén esta visualización durante unos minutos. Una vez que la imagen esté clara, fusiona mentalmente el agua negra de ambos riñones en el punto Mingmen (parte inferior de la espalda). Guía el agua negra hacia el hígado, debajo de la costilla derecha, imaginando que el hígado se empapa y se nutre completamente con el agua negra. Una vez que el hígado esté completamente empapado, visualiza que el agua negra se vuelve azul, como el agua clara de un río. Mantén esta imagen durante unos minutos, luego guía el agua clara desde el hígado hacia el corazón. Imagina que el agua clara se convierte en qi rojo, luego en luz roja, llenando e iluminando todo el cuerpo. Mantén esta imagen durante unos minutos, luego retrae la luz roja de regreso al corazón. Imagina que la luz roja entra profundamente en el punto Zhongwan, formando una luz circular de color amarillo dorado del tamaño de la palma de tu mano. Mantén esta imagen durante unos minutos, luego visualiza que la luz amarilla asciende hacia los pulmones, se transforma en gas blanco y se extiende por todos ellos. Después de unos minutos, imagina que el gas blanco se convierte en un rocío dulce, puro y limpio, que converge en el punto Shanzhong y luego desciende directamente al punto Mingmen. En el punto Mingmen, el rocío dulce se divide en dos caminos, entra en los riñones y se transforma en agua negra.
- Después de esto, los practicantes abren suavemente los ojos y se quedan de pie, relajados. Se dan palmaditas suaves en todo el cuerpo desde la parte superior de la cabeza. Repita esto unas diez veces para concluir la práctica.
II. Precauciones
- No practique este método simultáneamente con otros métodos de qigong. Sin embargo, otros métodos pueden practicarse en momentos diferentes.
- Esta práctica no tiene contraindicaciones ni efectos secundarios. Las molestias temporales durante la práctica suelen ser un signo de limpieza del qi patógeno. Continúe practicando con diligencia para promover una pronta recuperación.
- Practicar durante el hambre, la saciedad o la fatiga no es perjudicial. Las sesiones breves durante estos momentos pueden ser especialmente beneficiosas para el cuerpo y la mente.
- Para las personas con enfermedades, la práctica junto con otros tratamientos médicos puede mejorar la resistencia, mejorar la eficacia y promover la recuperación.